Tan sólo hacía 4 meses de mi última visita en junio, y aún en tan poco tiempo se ven cambios en la ciudad. Recuerdo un domingo en especial, decidimos salir por el centro, algo que no hacíamos un domingo desde hacía mucho tiempo.
Era tal la cantidad de gente que decidimos tras estar intentando caminar durante 15 minutos por Via Tribunali que debíamos darnos media vuelta e intentar huir de ahí. Jamás lo había visto así, ni si quiera en las Navidades de 2013 estaba el centro así.
Decidimos bajar por Vía Toledo, que estaba también bastante llena de gente e ir a comer a Dal Soldino, ya os he hablado de este sitio al cual voy mucho, pues bien estaba lleno como jamás lo había visto y tardaron un montón en traernos las pizzas, eso si, estaban muy ricas como siempre.
Después de la pizza fuimos a tomar café, era tal el agobio de gente que decidimos buscar un sitio y sentarnos a esperar un poco en Via Toledo. Era un no parar de gente, como la Gran Vía de Madrid el primer día de rebajas, no es que esto sea malo o no, es que a mi me resulta impactante porque antes no se daba esto. Las tiendas en Via Toledo no hace mucho ni tan siquiera abrían los domingos ya que muy poco gente iba.
Repito mi discurso de que Nápoles está cambiando y digo que pena. Tuve una charla con el propietario de una casa de vacaciones, y hablamos obviamente de todo esto, él comentaba el beneficio que por supuesto saca de que tanto turista vaya a Nápoles, pero también mencionaba como se estaban perdiendo algunas cosas. Destacaba como por ejemplo había aumentado el número de pizzerías, y decía, no es gente que sepa hacer la pizza, es gente que hace la pizza para los turistas. Coincido plenamente. Por eso es bueno saber donde ir o no a comer.
Eso si, de nuevo me encantó volver a Nápoles, pasearme y perderme de nuevo buscando un poco de silencio turístico. De nuevo estuve en Scampia, de nuevo paseé por las Velas como uno más. Y es que Nápoles nunca defrauda.
Napoli Autentica 